Tomalo como quieras - "Casa Tomada"

Tomalo como quieras

"Casa Tomada" de Julio Cortázar

Leonela Juarez

        "Casa Tomada" es un cuento de Julio Cortázar publicado en el año 1946 en la revista "Los Anales de Buenos Aires" de Jorge Luis Borges. En este relato muestra la historia de un narrador que desempeña el papel principal, ya que narra en primera persona, por lo tanto, todo lo que se nos presenta es su experiencia personal. Junto a él está Irene, su hermana, una persona con la que el narrador tiene una fuerte conexión y se apoyan mutuamente en todas las etapas de sus vidas. Ambos residen en una casa que en la actualidad es como un símbolo familiar, el lugar donde guardan sus recuerdos y han crecido. Aunque ya son adultos, siguen viviendo en la casa familiar para mantenerla y evitar que se degrade. Sin embargo, la casa se encuentra bastante deteriorada y vivir en ella no es tan tranquilo como solía ser. Los dos hermanos se refugian en el interior de la casa, considerándola como un lugar seguro donde están protegidos de lo que ocurre fuera de sus puertas. Nunca han trabajado, ya que recibieron una herencia considerable de sus padres que les permite mantenerse aislados del mundo exterior. Se encuentran en una constante comodidad y no se atreven a abandonar ese entorno donde se sienten seguros.

        Para describir detalladamente la casa, el autor se enfoca en los elementos distintivos del edificio. A través de esto, nos enteramos que los hermanos han estado escuchando murmullos provenientes de alguna de las habitaciones durante mucho tiempo. Estos murmullos generan tensión y miedo ya que no saben qué o quién los está produciendo. Atormentados, deciden deshacerse de todos los objetos que producen estos sonidos sospechosos, como sillas y mesas. Sin embargo, esta acción no soluciona el problema, ya que nuevos objetos comienzan a emitir los mismos sonidos inquietantes. Los hermanos, cada vez más aterrados por los murmullos constantes, finalmente deciden abandonar la casa y arrojar las llaves por el desagüe. No desean volver a ingresar a una casa que aparentemente está encantada o habitada por una entidad invisible para los ojos humanos.

        Desconocemos la causa de estos murmullos y por qué ocurren; lo único que sabemos es que los hermanos se resignan y abandonan su hogar, su refugio de toda la vida, debido a la presencia de una fuerza sobrenatural que los amenaza. En lugar de enfrentarse a esta amenaza, optan por ocultarse y retirarse cada vez más, hasta que finalmente abandonan su hogar. Este cuento ejemplifica la narrativa característica de Julio Cortázar, en la cual un elemento externo distorsiona la realidad y la estabilidad inicialmente establecida.

        Dentro de las posibles interpretaciones a quién toma la casa y qué significa el relato nos encontramos con el primer caso, éste plantea que la historia es una "alegoría del peronismo", la cual refleja el ascenso de las masas populares a través del primer peronismo. Además ven a la pareja de hermanos como la clase adinerada, paralizada y decadente. Los ruidos que escuchan se ven como esa fuerza que invadía la oligarquía de Buenos Aires en su tranquilidad y moral.

        Otro posible análisis es referente a que es una alegoría al mito de Adán y Eva. Señala que la plácida vida de los hermanos en la casona es similar a la vida de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Acorde a esta, la toma de la casa (Edén) es comparable a la orden de expulsión del Paraíso. Los hermanos (Adán y Eva), aceptan la situación con resignación hasta que más tarde viene la expulsión definitiva, cuando los arrojan a la fría realidad de la vida en el exterior, la común. La única diferencia es que el relato cortazariano carece de la culpa característica del bíblico, inocentes o no deben aceptar su destino.

        La última interpretación a señalar es la que establece que los hermanos son una pareja incestuosa. Ambos sienten una influencia ejercida por la casa y la larga genealogía que la ha habitado. El mismo narrador es el que cuenta que la casa no los dejó casarse, exponiendo así el aislamiento al exterior y la sociedad, infiriendo así que están atrapados. Cuando él habla de Irene lo hace tiernamente, además la admira como lo haría un enamorado; más tarde comenta la forma de dormir y soñar de ella de una forma íntima. Por dicha razón la toma de la casa no es casual, ya que en la noche el ruido cobra más importancia. Esto es fruto de la represión de sus sentimientos, y en base a la teoría de los sueños de Freud, se aprecia la debilidad de la auto-censura en el sueño y así la liberación del inconsciente. De este modo, los ruidos son expresiones del inconsciente reprimido a punto de estallar. Otro refuerzo a la idea de una toma de conciencia por parte de los personajes es la escena final en la cual el hermano de Irene rodea la cintura con su brazo, tocando por primera vez a su hermana en el relato. Podría incluso llegar a afirmarse que la puerta cancel es el límite entre lo posible y lo imposible, entre la represión y la liberación de los sentimientos.

        En conclusión, "Casa tomada" es un gran cuento de Cortázar, que mediante las elipsis, deja a entender múltiples interpretaciones de acuerdo a cada lector. Algún podrán asociarlo con la política, otros con lo religioso y otros con lo psicológico. No descarto que alguna de estas tres sea la que el autor pensaba a la hora de escribirlo, pero tampoco lo considero necesario. Personalmente pienso que interpretación más acertada es la primera, referente a la alegoría del peronismo, ya que en base al zeitgeist de la época en que fue escrito, el peronismo estaba en su auge y, por la afinidad del autor con Borges, considero que podría ser perfectamente una indirecta al partido político del cual Jorge Luis estaba en contra.